miércoles, 10 de junio de 2015

Se consolidan los restos de la casa natal de Antonio de Trueba

Manu Gómez Arenaza

Cantero galdamés  con muchos años de experiencia y con diversas obras de cantería a sus espaldas, autor del Reloj de Sol de Balmaseda, ha sido el encargado de consolidar los restos de la casa natal de Antonio de Trueba en Montellano.

Después de analizar los restos y buscar los arranques de los muros está cimentando y reparando tratando de mantener los muretes y de recuperar parte de las características de la casa, que se han perdido con los años, con piedras viejas de mampostería de otras construcciones aportadas por Construcciones Villanueva de Balmaseda y sillares trabajados por la Empresa Gundín de Karrantza Harana.

Antonio de Trueba

El escritor encartado nació en 1819 en Montellano y allí se conservan los restos de su casa natal que con los años han ido deteriorándose por las inclemencias y desapareciendo poco a poco para completar otras construcciones.

Durante décadas las asociaciones y agentes culturales de Encartaciones / Enkartazioak han solicitado a las instituciones  locales y forales que se reparase y consolidase este emblemático lugar con objeto de mantener estos restos y con la idea de ver un día restaurada la casa y en ella un pequeño Museo o un Centro de Interpretación.

Recientemente el Ayuntamiento de Galdames, con su alcalde Carlos Avellanal a la cabeza, ha decidido restaurar y consolidar estos restos con el objetivo de preservar la casa natal del escritor encartado y  dar un empuje a la idea demandada por asociaciones  y agentes culturales.

Desde su fallecimiento en 1889, este escritor encartado enterrado en Bilbao, ha recibido diversos homenajes, colocación de una escultura diseñada por el escultor Belliure en jardines de Albia, concentraciones en su casa natal de poetas como Gullín y Arenaza, colocación de un monumento en Montellano y el reconocimiento de los centros escolares de la comarca que llevan su nombre. En el centenario de su fallecimiento, el ayuntamiento de Galdames, a iniciativa de Mikel Zubieta txistulari de Zalla, mandó tallar una piedra que, a pesar de estar en paradero desconocido durante más de dos décadas, ha sido insertada en uno de sus contrafuertes en época reciente.

La casa


La casa natal de Antonio de Trueba perteneció a la familia Ortiz y en ella nació este insigne escritor encartado que tanto ha aportado en el conocimiento de pasajes históricos de Encartaciones / Enkartazioak de su toponimia y de vocablos propios de esta comarca que, de otra manera, se hubiesen perdido.

Es una casa de estructura encartada, de las denominadas encartadas o trucenses y, aunque pueda parecer por las fotografías antiguas que se conservan de pequeñas dimensiones, tiene una planta de más de 150 m2 (15 x 10,20 m) y unos muros de alrededor de 60 cm de espesor. Su estructura interior fue la de una casa de la comarca, planta baja para cuadras, primer piso para habitación y segundo piso de camarote para guardar la cosecha o la hierba seca.

Está orientada al sur oeste y cuenta con unas magníficas vistas hacia los montes Zipar, Pico de la Cruz, Pico el Moro y los barrios de San Estaban, El Cerco, Las Cortes y Arenao.
Su construcción cuenta con sillares  y piedra de mampostería punteada y muestra claros signos de haber perdido elementos probablemente para la construcción de otras casas. Mismo su construcción, en opinión del cantero Manu Gómez, muestra el aprovechamiento de piedras de otras construcciones.

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